Por: Germán Thalman.
Trinchieri pierde el pelo pero no las mañas. Quien otrora fuera una joven figura de la administración pública santafesina, asumiendo la Intendencia de una importante ciudad con apenas 30 años, es hoy una de los personajes con mayor recorrido en la política vernácula que relanza sus aspiraciones de gobierno haciendo pie en el Concejo, un lugar en el que nunca se sintió demasiado cómodo cada vez que fue convocado por sus obligaciones como primer mandatario local.
Después de un retiro forzado que se prolongó por poco menos de 6 años, “Pancho” retoma hoy la senda política al amparo del sello distintivo de su apodo, ya convertido en una marca registrada para los sunchalenses. Por ahora, el candidato no muestra mucho más que eso: Trinchieri apela al mismo estilo coloquial con el que transitó su carrera, recargando su campaña en el contacto con los vecinos y la exaltación de la cuestión local, por encima de cualquier otra ideología partidaria.
En igual sentido, Trinchieri y sus colaboradores reconocen haber “tirado líneas” con otros frentes electorales, pero terminaron por hacer prevalecer la decisión de reflotar el Partido Vecinal con el que inició su trayectoria. Para esta instancia, la opción puede resultar suficiente, pero si se especula una proyección posterior, será ineludible definir un posicionamiento político certero, sin lugar a medias tintas.
En perspectiva, también cabe preguntarse si Trinchieri conserva su destreza para convocar a figuras valiosas capaces de conformar equipos de excelencia, como muchos de los que lo acompañaron en su gestión al frente del Ejecutivo. O tristemente recaerá en el error de su última experiencia, rodeado de leales con poco apetito por la autocrítica.
La última es una incógnita netamente electoral: ¿A quién le sacará votos el vecinalismo, ausente en las últimas contiendas electorales? Seguramente, su base popular podrá discutirle terreno al justicialismo, pero para llegar con comodidad al Concejo deberá ser más ambicioso y disputarle votos directamente al oficialismo. Surge allí otra pregunta: para un político de raza como Trinchieri, ¿alcanza con obtener una banca o deberá vencer en la elección para consolidarse como una opción concreta para retornar a la Intendencia en 2019?
Dudas que octubre se encargará de develar.
