Pinotti inauguró el período de sesiones ordinarias con fuertes cuestionamientos por la herencia recibida

El intendente reconoció que el municipio está al límite de sus capacidades. Y desarrolló los principales ejes para el presente año.

Pulso Político01/03/2024German ThalmanGerman Thalman
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El intendente Pablo Pinotti dejó inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias del Concejo Municipal apelando a un discurso punzante en el que prevalecieron los cuestionamientos a su antecesor y la insistencia sobre la precariedad con que recibió la administración local.

“Nuestros comienzos no han sido fáciles. Hemos recibido una administración local débil, poco eficiente, cerrada al diálogo y al trabajo conjunto con instituciones, poco calificada y tecnificada. Además, nos encontramos con una gran deuda que ponía en peligro cualquier iniciativa que pudiéramos proyectar para trabajar en políticas públicas locales”, sentenció Pinotti para anticipar el perfil de su alocución.

En tal sentido, informó que recibió una deuda de unos 87 millones de pesos más otros 15 por prestaciones realizadas durante los primeros días de diciembre que no habían sido contabilizados. A eso se agregó una larga lista de obras pendientes de ejecución y demoras en los giros a entidades intermedias, según obligan las normativas vigentes. 

Pinotti calificó de “demagógica” la decisión de no actualizar las tasas durante el tiempo de campaña electoral y también refirió a la existencia acreencias por cobrar que superan los 2000 millones de pesos, pero que tampoco fueron reclamadas de forma eficiente. 

Respecto del personal, el intendente señaló que no se contaba con información centralizada sobre las personas en relación laboral con el Municipio, ni los criterios sobre sus condiciones y funciones. Y confirmó que se constituyó una comisión para revisar 52 pases a planta realizados en el último año de la gestión saliente.

En sintonía con el perfil de su relato, Pinotti cargó contra la falta de recursos tecnológicos, maquinarias y rodados lo que impide realizar los trabajos con eficiencia. “El corralón municipal se encuentra devastado, con un parque de maquinarias en estado de abandono y condiciones edilicias que vulneran la seguridad de todo el personal”, sentenció.

Ante este panorama, el intendente adelantó que la nueva gestión deberá revisar sus prioridades y reconoció que “el municipio se encuentra al límite de sus capacidades de funcionamiento”. Como alternativas para resolver esta crisis se apelará a la búsqueda de financiamiento externo y programas oficiales que puedan solventar erogaciones millonarias.

Sobre los planes de gestión, Pinotti puso prioridad en concretar el traslado de la Planta de Tratamiento de Residuos (que podría demandar una inversión de más de 1100 millones de pesos) y recuperar el sistema cloacal que se encuentra colapsado. Y no obvió cuestionamientos por la deuda pendiente para habilitar el Sunchalote: “En las próximas semanas se hará una auditoría para determinar por qué se omitieron los 600 millones de pesos de esta obra en los cálculos de viabilidad de la misma”, denunció el intendente.

Respecto de las cuestiones sociales, el intendente puso énfasis en destacar el rol activo del municipio y adelantó que “frente a un panorama crítico y con recortes de fondos provenientes de otros niveles gubernamentales, el municipio se hará cargo de las demandas alimentarias”. 

En otro orden, también cuestionó el estado de ciertos edificios municipales, como las Excocheras Rotania o el Liceo municipal: “Se ha convertido en un depósito de materiales varios, sin mantenimiento en los últimos años, con un fuerte deterioro producto de filtraciones, con un sistema eléctrico precario y peligroso, paredes, pisos y puertas rotas y despintadas”, detalló.

 

“No hay que victimizarse ni buscar excusas, sino ser responsables en la administración que nos toca”, sentenció el mandatario para concluir un puntilloso discurso que marcó el puntapie inicial para un nuevo año político.

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