Crece en Santa Fe el parque de autos eléctricos

Una tendencia que se impone a nivel mundial y repercute en nuestra zona

Panorama Institucional01/12/2024German ThalmanGerman Thalman
AutosElectricos

Según datos revelados por los profesionales del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de la Electro Movilidad, dependiente de la Universidad Nacional de Rafaela, nuestra provincia, en consonancia con lo que ocurre a nivel nacional, viene demostrando un crecimiento exponencial en el patentamiento de autos eléctricos.

Si bien la porción del mercado es todavía muy modesta, la tendencia al crecimiento es evidente lo que obliga a proyectar inversiones en servicios e infraestructura para un futuro cercano.

Los pactos internacionales en materia ambiental plantearon el objetivo de reducir en un 30 % las emisiones de gases que producen el efecto invernadero. Y como los principales generadores son los medios de transporte por combustión, la tendencia mundial es migrar hacia otro tipo de energías más sustentables. Argentina no es ajena a ese cambio y nuestra provincia también se encuadra en esta novedad.

En lo que va del año, en Santa Fe se patentaron unos 300 nuevos autos eléctricos, cerca del 1 % del total. Con ese volumen, el parque total llega a unas 800 unidades, lo que evidencia el abrupto crecimiento.

La transición hacia los modelos eléctricos se puede desarrollar de dos maneras. Por un lado, existen autos híbridos, propulsados por electricidad, pero con una reserva de combustible que evita la dependencia de una estación de carga. Pero también están los coches completamente eléctricos, cuyas prestaciones son idénticas a cualquier unidad convencional.

“No es necesaria una gran infraestructura para abastecer estos coches. Un usuario puede tener un cargador propio en su domicilio y usarlo para uno o dos autos, algún triciclo o monopatín”, explicó Luis Silva, director del laboratorio universitario que desarrolla los equipos para la carga domiciliaria.

Lo cierto es que, proyectando el crecimiento de la demanda, la infraestructura actual de la red domiciliaria podría ser insuficiente. “Estamos trabajando en un análisis de la sensibilidad de la red. Un cargador del tipo ultra rápido es factible en las estaciones de servicio. Pero para los hogares tenemos otros equipos que van analizando la estabilidad de la red para no generar inconvenientes y evitar que se consuma demasiada energía. Por eso siempre se recomiendan cargas lentas, en horarios nocturnos”, explicó el investigador.

A nivel territorial, Santa Fe cuanta con una decena de estaciones de carga. La mayoría se encuentran distribuidas entre las dos principales ciudades de la provincia, Rosario y Santa Fe, más una ubicada en Rafaela y otra sobre Autopista de Ruta 9, a la altura de Arocena. Pero la Empresa Provincial de la Energía está proyectando otras sobre la Autovía de la 19 y al Norte, por la Ruta 11.

Considerando que la autonomía de este tipo de vehículos es menor en comparación con uno convencional, se supone que será necesario contar con muchos puestos de recarga. Pero eso también está condicionado por el uso que se le dé a la unidad. “En general, son vehículos que se usan para recorridos cortos, como ir de la casa al trabajo, y entonces la carga se puede hacer directamente en el domicilio”, explicó Silva.

 Relación costo beneficio

Por tratarse de un mercado todavía incipiente, los autos eléctricos son considerablemente más costosos, llegando a duplicar o triplicar a un mismo modelo en formato convencional. Sin embargo, según los cálculos de los especialistas, esa inversión se recupera fácilmente en los primeros cinco o seis años de uso, quedando como ganancia todo el tiempo que se prolongue. “En el consumo, un auto eléctrico es veinte veces más barato por kilómetro recorrido”, analizó Silva.

Respecto de las características de los autos, el ingeniero señaló que son exactamente iguales en cuanto a confort y prestaciones, con el único cambio respecto del sistema de transmisión. En el mercado actual hay vehículos utilitarios, familiares de distintas gamas y otros ultralivianos, solo para dos personas, ideales para la movilidad urbana.

“La tecnología eléctrica es antiquísima. Los motores fueron previos a los de combustión. Incluso el primer coche que superó los 100 km/h estaba impulsado por un motor eléctrico, a fines del 1800”, comentó Silva. En cuanto al mantenimiento y servicio técnico, la especialización de los mecánicos no requiere mayor preparación que la que se necesitó cuando se impuso el sistema de inyectores. “Son vehículos muy recomendables, con motores de mucha precisión y potencia, nada diferente a los que conocemos”, aseguró.

Ecológico, pero con limitaciones

Silva reconoció que todavía hay varios aspectos para mejorar respecto del desarrollo de la industria automotriz, los coches eléctricos y las políticas de cuidado ambiental.

Un primer aspecto a tener en cuenta es determinar cuál es la fuente que se utiliza para generar la energía. Por ejemplo, si se toma lo que ocurre en una importante región de China, donde la producción es a base de carbón, la ecuación de sustentabilidad es negativa. En nuestro país, por caso, la matriz es bastante limpia porque la generación es mayoritariamente a base de gas, que tiene muy poca emisión. En el campus universitario de Rafaela, como modelo experimental, la carga se hace a través de estaciones solares, con lo cual el modelo se acerca a lo ideal.

Pero otro tema que sigue siendo un Talón de Aquiles tiene que ver con la disposición final de las baterías. “Eso también tiene costos y consumo de energías”, reconoce Silva. “Cuando uno hace la comparación tiene que ser honesto y está obligado a analizar las tres partes: Producción y transporte de energía, el uso propiamente dicho, y la deposición final de los equipos”.

El tratamiento de las baterías es materia de investigación y debate. Hoy se utilizan las que son a base a litio, porque permiten mayor capacidad para almacenar la energía por cada kilogramo de peso. Pero suelen tener una vida útil cercana a los tres mil ciclos de carga, lo que requiere un recambio aproximadamente cada ocho años. “Cambiar una batería significa una inversión más importante que representa casi el 45 % del costo total del coche. Es un tema a mejorar”, informó Silva.

Seguridad y regulaciones

“Es muy poco habitual que ocurran accidentes con la carga. Si bien es cierto que ocurrieron algunos sinestros, es algo muy infrecuente”, señaló Silva y lo comparó con las medidas mínimas de precaución que uno toma cuando hace una carga de combustible o de GNC.

Y también puntualizó que todavía faltan normativas para regular el tránsito de estas unidades, especialmente los destinados a la movilidad personal, como los monopatines y bicicletas. “Hay regulaciones específicas, que se están implementado en las ciudades. En Rafaela, por ejemplo, hemos colaborado con las normativas para categorizar las unidades, definir sus prestaciones, potencias y usos. Acá se puede andar sin problemas con un monopatín eléctrico, pero no se puede subir a la ruta”, explicó.

“Hay mucho para trabajar y coordinar con el Estado. Porque si no hay normas claras al respecto, el usuario puede padecer consecuencias graves”, señaló.

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